Yo te desafío a que me hagas reír una vez más,
a que tus ojos puedan mirarme sin parpadear,
a jugar en charcos que recuerden los amarillos días de infancia,
y a que me ayudes a contar ovejas, cuando el sueño no venga.
Te desafío a reinventarte cuando así lo necesites,
dejando el miedo atrás,
y no cerrarte ante lo nuevo,
lo desconocido, que tanto susto da.
Te desafío a que logres o al menos intentes,
decir la verdad sin palabras,
que puedas reflejarla,
a jugar un juego, donde nadie gane ni pierda,
y a confiar en que lo que sucede, conviene.
Te desafío a dejarte ayudar cuando así lo necesites,
y a creer que se puede,
si así se quiere.
Te desafío a confiar en mi intención,
y dejar que tu intención también se manifieste.
Yo te desafío a que me hagas reír una vez más.
a que tus ojos puedan mirarme sin parpadear,
a jugar en charcos que recuerden los amarillos días de infancia,
y a que me ayudes a contar ovejas, cuando el sueño no venga.
Te desafío a reinventarte cuando así lo necesites,
dejando el miedo atrás,
y no cerrarte ante lo nuevo,
lo desconocido, que tanto susto da.
Te desafío a que logres o al menos intentes,
decir la verdad sin palabras,
que puedas reflejarla,
a jugar un juego, donde nadie gane ni pierda,
y a confiar en que lo que sucede, conviene.
Te desafío a dejarte ayudar cuando así lo necesites,
y a creer que se puede,
si así se quiere.
Te desafío a confiar en mi intención,
y dejar que tu intención también se manifieste.
Yo te desafío a que me hagas reír una vez más.