miércoles, 5 de agosto de 2009

Cosas que pasan




Te propongo el juego de las miradas que se hacen las que no ven ni son vistas.
Este subte me invita a jugarlo y yo te elijo a vos, ese ser del que solo se esta sentado frente a mi y me mira cada vez que bajo los ojos al advertirlo y cuando vos bajas los tuyos ahí recién me animo a mirarte.
Hay encuentros que de tan efímeros se vuelven infinitos en la memoria por su intensidad. Posiblemente nunca me entere tu nombre ni tu color preferido.Posiblemente tampoco te animes a preguntarme los míos. Ni siquiera se si tendría el coraje de contestarte aun si lo hicieras.
Me entusiasma tanto este juego que me llena de nervios y así entre estación y estación, una tras otra, seguimos jugando, miedosos de que llegue la que nos aclama y debamos abandonarlo, sabiendo que solo un mágico destino podría volver a cruzarnos en tan enorme y apurada ciudad como es Buenos Aires, que llena de amor instantáneo y sueños frustrados a eternos enamorados de las fantasías como parecemos serlo nosotros dos al mirarnos así en este vagón que nos espía, apasionados.
El cartel anuncia Palermo y me paro mientras tu sonrisa parece contarme que tus esperanzas dicen que volveremos a vernos.
Prometo, si la oportunidad así lo dispone, contarte mi nombre mientras te miro.
Hasta ese día en que la vida lo decida, mágico desconocido.

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