sábado, 20 de junio de 2009

En el sillón




Le encantaba estar en el sillón viendo una película abrazados, le encantaba demasiado estar sentados en el sillón viendo la película abrazados.
Le encantaba mirar y no poder ver nada, desconcentrada, solo podía sentir que le encantaba estar entre esos brazos.
Le encantaba estar en el sillón no viendo la película y si abrazados.
Le encantaba abrazados estar y solo eso, sin saber más nada, entre sus brazos.
Eso le encantaba.
Los detalles lo hacían todo perfecto a pesar de los vanos intentos por oscurecerlo.
Y aunque suene a repetición, yo lo se, le encantaba.
En ese instante todo, cada inspiración propia y ajena, tenía sentido.

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